El reciente fallecimiento de la agente literaria más importante de los últimos años, Carmen Balcells, ha caído como un balde de agua fría. Una persona admirable que logró encaminar a grandes escritores latinoamericanos con la finalidad de conquistar el reconocimiento que tanto soñaban. Carmen Balcells revolucionó la literatura contemporánea, mejorando tremendamente la relación entre las grandes industrias editoriales y los jóvenes escritores. Además, fue gracias a ella que los autores comenzaron a firmar contratos dignos, siendo mucho más que una representante, una amiga. 

Durante muchos años trabajó como secretaria de Carlos Barral, logrando entender a los escritores españoles de su generación que buscaban una vitrina para exponer su talento. Luego, comprendió el grave problema de los autores latinoamericanos debido a que sus obras no salían de Sudamérica. Desde entonces, comenzó a recibir manuscritos, los leía previamente y encontró algunos diamantes, grandes revelaciones de la literatura universal como Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, entre otros.

Trabajó con eficiencia, dedicación y seriedad. Todos los escritores del "Boom Latinoamericano" le deben algo, eso que no es material pero tampoco abstracto, complicado de explicar. Sus carreras hubieran tomado un rumbo diferente pero su apoyo fue decisivo. Es difícil imaginar que la verdadera pasión de Carmen Balcells fue descubrir brillantes escritores.